"Los anarquistas atacan al poder soviético fundándose en sus
deficiencias, no con el objeto de acabar con ellas, sino para eliminarlo.
Invitan a los obreros a actuar de forma parecida a
aquel inteligente propietario que para destruir las cucarachas
en su casa, le pegó fuego por los cuatro costados. Y precisamente
porque las deficiencias del poder soviético no importan un
comino a los anarquistas, provocan en ellos un sentimiento de
júbilo maligno y las aprovechan para la agitación contra todo el
edificio soviético. En este punto deben recibir la repulsa más
decidida de todos los proletarios. La lucha de los partidarios
honrados del poder soviético contra los defectos de este poder,
y contra el despilfarro de energías, se diferencian radicalmente
de la actuación de los demagogos anarquistas, porque los primeros
tienden, por medio de la supresión de estas deficiencias,
a afianzar el poder soviético."
--E. Preobrazhenski, dirigente bolchevique, en el libro Anarquismo y Comunismo.