El Borbon junior (alias "principe") visita Donostia


Los autodenominados Principes de Asturies visitarán Donostia (Gipuzkoa) en breve para degustar (y no pagar) esos  manjares que se supone van a preparar en el cacareado Basque Culinary Center. Allí les esperarán moviendo la cola y salibando (y no solo por el banquete) todos sus subditos. Los frentepopulistas de Bildu, a su modo, les darán la bienvenida con la bandera borbonica que ondea en el ayuntamiento donostiarra, que ellos gobiernan.

Desde aqui saludamos calurosamente a su Graciosa Majestad y al señor Lopez, virrey de Vascongadas. No nos olvidamos tampoco de los renombrados chefs vascos como Arzak and company, buenos cocineros y mejores empresarios: gran parte de su plantilla trabaja gratis con el pretexto de "las practicas" y el curriculum. ¿Esta vez tambien os toca hacerle una comida?

Bien. Rescatemos algunas frases de los terroristas revolucionarios franceses que al grito de 'Libertad-Igualdad-Fraternidad o la muerte' guillotinaron a otro Borbon, al hijo de perra Luis XVI, rey de Francia y de Navarra.

Que dios te proteja.

"La libertad debe establecerse a través de la violencia. Ha llegado el momento de organizar el despotismo de la libertad para aplastar el despotismo de los reyes”
—Marat.

“Tan ilegales como la revolución… tan ilegales como la misma libertad”
—M. Robespierre.

“Un hombre revolucionario es un héroe del sentido común y de la probidad”
—Saint-Just.

“Los que hacen revoluciones a medias no consiguen más que cavarse una tumba”
—Saint-Just.

“No se puede querer una revolución sin revolución”
—M. Robespierre.

“Repitámoslo: todos los males han llegado a su punto álgido; ya no pueden empeorar; ¡no pueden repararse si no es mediante una convulsión total! ¡Que todo se confunda! ¡Que todos los elementos se enreden, se mezclen y se entrecrucen! ¡Que todo caiga en el caos, y del caos surja un mundo nuevo y regenerado!”
—G. Babeuf, Manifeste des plébéiens.

“Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección se convierte para el pueblo y para cada porción del pueblo, en el más sagrado de los derechos y en el más indispensable de los deberes”
Declaración de derechos de 1793.

“Los jacobinos no son la Revolución, sino el ojo de la Revolución, el ojo para vigilar, la voz para acusar, el brazo para golpear”
—Michelet.

“Equivale al colmo de la locura pretender que unos hombres, en posesión desde hace diez siglos del poder para reprimirnos, de saquearnos y de dominarnos impunemente, aceptarán de buen grado convertirse en nuestros iguales”
L’Ami du Peuple, 30/VII/1790

“Los sans-culottes han hecho la revolución para ser felices”
—Hébert.

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